Ya diste el primer paso, no te detengas ||Damien Weiss||

Había regresado de un largo viaje que consto de 4 años, había terminado mi carrera de rehabilitación. 3 años en Ámsterdam fueron suficientes para poder completar todos mis objetivos y ser la primera en mi oficio. El piano fue una gran desilusión, después de haber perdido ese concurso mi vida se hizo pedazos, mas nunca me limite a ver, ni mucho menos a tocar un piano, mis sueños se habían esfumado y tras mi enfermedad, me concentraba en hacer el bien y ayudar a personas que como yo lograron y están dispuesta a salir de un mal rato. Anaya había cambiado en su totalidad bonitos recuerdos habían en estas ciudad, bonitos recuerdos que yo misma aleja de mi aunque ellos no querían dejarse borrar, ojala pudiera dar todo y volver a ser la misma Tory de antes. Pero de una cosa estaba segura… nada puede estar peor ¿O, si?.

El señor Weiss era el nuevo Alcalde de la ciudad, y por nuevo quieres decir que no lo conocía, no del todo, esa noche tras mi llegada a Anaya los fallos de la ciudad habían hecho de las suyas nuevamente, en el diario de la ciudad había indicios de que un rayo caería cerca de esta propiciando asi a el fuerte apagón, pero mas allá de todo fue un apagón muy confortable había conocido a esta persona que por así decirlo me había dejado sorprendida un hombre con sus edad y sus cualidades era un héroe ante aquella situación, de por si cualquier hombre se hubiese echado a morir pero el no, al contrario, estaba regio y dispuesto a salir adelante, esa fueron mis razones para brindarle mi apoyo mas allá de la recompensa monetaria, para mi seria un honor trabajar con el y mi paga seria verlo caminar y ¿Quién sabe un baile también?.

Sábado 10:00 am esa era lo hora pactada y yo estaba ahí frente aquella residencia; una casa muy hermosa de colores finos y muy elegantes, típica de un hombre mayor, el estilo masculino sobre salía y por así decirlo me agradaba, no era una pasión pero se veía muy linda y elegante igual que su dueño. Estando en mi auto llame desde la entrada para que abrieran el portón y así poder pasar, hacían muchos procedimientos y protocolos, habían unos perros enormes pero adorables mas allá de que a simple vista se veía que su entrenamiento se basaba en matar si era necesario, era muy diferente a los conceptos que yo tenía acerca de los perros, pero le di más importancia y estacionándome donde me lo indico uno de los empleados me coloque mi uniforme y entre por la puerta de empleados llegando a la sal donde amablemente espere al Alcalde